miércoles, 10 de noviembre de 2010

Método

Tomo como regla para la escritura crear un programa, escribir en borrador y hacer una copia en limpio sin buscar dejar definitivamente pulido cada período. Uno se juzga a sí mismo de manera inexacta, poco favorable; si se lee con frecuencia, el atractivo de la novedad, de lo inesperado, desaparece y suele borrar lo que es bueno y que acaba pareciendo malo por las constantes repeticiones. Pero lo más importante es que con este método uno se deja llevar por el trabajo.

Secretos

No enseñar a nadie lo que uno escribe antes de publicarlo. Se oyen más opiniones nocivas que consejos útiles…

Borradores

Hay que escribir en borrador, sin reflexionar demasiado sobre el lugar y la precisión de expresión de los pensamientos. Copiarlo una segunda vez, suprimiendo todo lo superfluo y otorgándole su verdadero lugar a cada pensamiento. Copiarlo una tercera vez, trabajando sobre la precisión de las expresiones. Evitar los juicios y las descripciones…

Satisfacción

Estoy casi satisfecho conmigo mismo, excepto por el hecho de que últimamente he estado como un poco vacío. No tengo ideas y si llego a tenerlas me parecen tan insignificantes que no siento ganas de escribirla. No sé a qué se debe esto. O bien he progresado en cuestión de crítica, o bien he retrocedido en cuestión de de creación literaria.

Literatura

No voy a hablar de esos libros que se escriben con el propósito de tener muchos lectores, no son obras literarias, son producto del oficio del autor; ni de los libros académicos o de texto, que no entran en el ámbito de la poesía.

Reglas

Regla: Tratar de crear un estilo propio I) en la conversación, 2) en la escritura.

Juzgándome

Una vez más retomo el diario y una vez más con un nuevo fervor y un nuevo objetivo. ¿Cuántas veces lo habré hecho? No me acuerdo. Da lo mismo, quizá vuelva a abandonarlo; pero es una ocupación agradable y será agradable releerlo, como ha sido agradable releer los antiguos cuadernos. En la mente abundan los pensamientos y hay algunos que parecen extraordinarios, pero cuando se miran bien resultan insustanciales; otros son, en efecto, sensatos y para eso es indispensable llevar un diario. Un diario te permite juzgarte cómodamente a ti mismo.